Pues sí, en un solo día hemos pasado de la necesitada lluvia al tórrido y asqueroso calor. Cuando teníamos una máxima de 15º, ésta se ha convertido de forma milagrosa en la mínima.
Comenzamos con el tufo a sudor (alguno enmascarado con cinco litros de colonia, haciendo una mezcla explosiva que recuerda al hedor de un muerto con toques de cine de barrio), el cansancio, el aponzorramiento, las ganas de NADA, las insolaciones, el masivo gasto energético de los aires acondicionados, ventiladores y climatizadores. Eso sin contar el incontrolado consumo de agua, ese bien preciado para la vida misma.
En definitiva, otro año más comienza el infernal camino que todos hemos de recorrer, a no ser que te encuentres en otras latitudes y vivas la mar de bien.
4 comentarios:
Por fiiiiiiin.
¡¡¡¡Buen tiempo!!!!
¿Buen tiempo? En el horno de mi cocina hace buen tiempo, en la calle es la antesala del infierno.
¿Buen tiempo? En el horno de mi cocina hace buen tiempo, en la calle es la antesala del infierno.
Ummmm.... horno....
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